Pequeñas mentiras sin importancia
Si tuviera que elegir una sola película que hablara de verano elegiría "Pequeñas mentiras sin importancia" (Guillaume Canet, 2010). Los franceses no tienen miedo a hablar de sentimientos en su cine, aunque les queden películas largas y complejas en emociones como ésta.
Tiene todos los ingredientes de una peli de verano: un buen lugar para perderse, amigos y noches de vino blanco. Pero la vida no se toma vacaciones así que, además de lo anterior, pasan cosas: mentiras, confesiones, pasa el amor, la huída, el dolor, el desconcierto y la amistad antigua.
¿Qué harías por tu mejor amigo? Seguramente nada. Te irías de vacaciones como este grupo de amigos que, tras enterarse de que uno de los suyos ha sufrido un accidente de moto y está en coma, deciden continuar con sus planes y reunirse como cada verano en Cap Ferret. Bajo la justificación "es lo que él querría" continúan con el rito.
Y Guillaume comienza a narrar la historia.
De cada película que no me deja indiferente me nacen pasiones/necesidades nuevas. De aquí me nació la pasión por Marion Cotillard y la necesidad de pisar Cap Ferret, el lugar donde se desarrolla la película.
Mi pasión: Marion Cotillard se convirtió después de esta peli en una de mis actrices preferidas. Además de bella, bellísima, consigue que me crea cada papel que interpreta. Desde la soberbia Édith Piaf que hace en "La vida en rosa", hasta su lucha en "De óxido y hueso" y "Dos días, una noche". Espero cada uno de sus estrenos con ansia. Me gusta mucho la mirada de Marion Cotillard.
Mi necesidad: Lège-Cap-Ferret es una población de Francia situada en la región de Aquitania. Muy famosa por su faro y por ser lugar de vacaciones preferido de los parisinos. De Cap Ferret, que visité y amé, puedo decir:
- Los franceses veranean en silencio, entre ostras y vino blanco. Es la zona ostrícola por excelencia de Francia.
- Si miras a un lado encontrarás la bahía, los pueblos de pescadores, las casas de colores y las lanchas suspendidas. Si miras al otro verás el océano, las inmensas playas salvajes y ventosas donde nadar es un reto.
- Entre los pueblos se tejen kilómetros y kilómetros de carriles-bici bajo los pinos. Los coches no pueden circular. Los coches no son bienvenidos. Como el ruido.
- Es, realmente, un pequeño lugar con importancia.
P.D. Querida Juliet, me tomo un descanso hasta septiembre. Cuando regrese al blog te contaré las pelis que he visto y los libros que he leído en verano. Y seguiré haciendo memoria para que conozcas las cosas que me hicieron feliz.
