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Libros que yo regalaría

El día que el blog cambió...

Vuelvo al pueblo que aún no existe

Con mi carga preciosa sobre el hombro

Camino, canto, silbo, pienso, sueño

Y parece que el viento es quien lleva mi carga

Poso una a una las tablas sobre el suelo

Que empezaré a cubrir

Para construir mi casa de palabras.

Carlos Trujillo

A UN PADRE

Título: El olvido que seremos

Autor: Héctor Abad Faciolince

Editorial: Seix Barral, 2006

El motivo: El día que compré este libro era un día de finales de diciembre de 2006. Estaba en la Casa del Libro de la Plaza Italia, en Gijón, cuando apareció la última persona con la que querría hablar en ese justo instante. Cogí el primer libro que había sobre la mesa de novedades, pagué y me fui haciéndome la invisible.

Recuerdo perfectamente ese momento porque facilitó mi encuentro casual con uno de los libros que más me ha acompañado durante estos años.

Si tu especialidad no es decir "te quiero" regálale este libro y escribe en la dedicatoria que la intensidad de tu amor por él es tan grande como la que siente Héctor Abad por su padre, un médico colombiano que luchó por los derechos humanos como pocos, que cantaba tangos, lloraba sin reparos, se reía a carcajadas, escribía poemas.


"Amaba a mi papá con un amor animal. Me gustaba su olor y también el recuerdo de su olor... Me gustaba su voz, me gustaban sus manos, la pulcritud de su ropa y la meticulosa limpieza de su cuerpo".


A UNA MADRE

Título: El lenguaje de las flores

Autora: Vanessa Diffenbaugh

Editorial: Salamandra, 2012


El motivo: A través de las flores también se puede decir "te quiero". En este libro Vanessa Diffenbaugh se inspira en el sofisticado código que la sociedad victoriana utilizaba para expresar sentimientos. La protagonista de la historia es una joven que ha vivido en centros de acogida y que, al cumplir la mayoría de edad, debe salir al mundo. Arisca, desconfiada, desesperadamente sola, se deja ver a través de las flores con las que establece el único canal de comunicación con el mundo que le rodea.

Una gran historia de mujeres donde la maternidad está muy presente, también la pena, el abandono y la esperanza.



"El lenguaje de las flores no es negociable, Victoria" (...) "¿Qué quiere decir que no es negociable?- pregunté" (...) "Quiere decir que sólo hay una definición, un significado para cada planta. Como el romero que significa...Recuerdo- completé. Exacto- confirmó Elisabeth, sorprendida. Y la aguileña... - Abandono. ¿Acebo?- Previsión. ¿Lavanda?- Desconfianza".




A UNA HERMANA,

A UN HERMANO


Título: Eramos unos niños

Autora: Patti Smith

Editorial: Lumen, 2010


El motivo: Porque nacimos en los 70 pero nos pilló en trenzas y calcetines y nos perdimos vivir "conscientemente" esa década donde todo estaba por hacer y todo era posible. Patti Smith relata su amistad con el fotógrafo Robert Mapplethorpe con la misma fuerza y energía con la que vivió esos años. Un homenaje al crecimiento personal, al rock and roll, al feminismo y, sobre todo, a la amistad inquebrantable. Hasta la muerte.


"La luz entraba a raudales por las ventanas y bañaba sus fotografías y el poema que componíamos nosotros dos sentados juntos por última vez. Robert muriéndose: creando silencio. Yo, destinada a vivir, prestando oído a un silencio que tardaría toda una vida en expresar".




A UNA HIJA,

A UN HIJO


Título: Caperucita en Manhattan

Autora: Carmen Martín Gaite

Editorial: Siruela, 52ª edición (1990)


El motivo: Porque hay que leer a los autores clásicos españoles. Y ya. Y a partir de los 13 años puede ser un buen momento. "Caperucita en Manhattan" es un cuento renovado de iniciación a la vida adulta donde Caperucita es una niña de diez años y el bosque una gran ciudad. También hay una madre, una abuela, un lobo y una tarta. Si tuviera que elegir una lectura "de cambio" sería esta fábula de la gran Carmen Martín Gaite.


“Para mí la única fortuna es la de saber vivir, la de ser libre. Y el dinero no libera. Libertad y dinero son conceptos opuestos. Como lo son también libertad y miedo.”





A UNA SOBRINA,

A UN SOBRINO


Título: El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza

Autor: Werner Holzwarth

Editorial: Alfaguara, 2002


El motivo: Porque a los 3 años hay que reírse. En las lecturas que elegíamos para Deva hay un punto de inflexión cuando una noche, después de la lectura del cuento, me dijo que no le leyera cosas de "tanta emoción". Entendí el mensaje. Acababa de leerle "Una mamá para Owen", la tiernísima historia de un bebé hipopótamo que pierde a su madre en el tsunami de 2004. Tiene una lectura maravillosa (es una historia real) pero aquello arrasaba por dentro. La educación emocional a través de los cuentos es la mejor manera que encuentro para educar, la educación emocional también pasa por la risa. A partir de ese momento buscamos también cuentos divertidos y éste es el ganador. Compradles cuentos, leed cuentos. Nunca son suficientes.



A UN AMIGO,

A UNA AMIGA


Titulo: Saber perder

Autor: David Trueba

Editorial: Anagrama, 2009


El motivo: Porque si regalo a mis amigos un libro de David Trueba será una buena excusa para hablar de él. Sin más. Le adoro.


"El deseo trabaja como el viento. Sin esfuerzo aparente. Si encuentra las velas extendidas nos arrastrará a velocidad de vértigo. Si las puertas y contraventanas están cerradas, golpeará durante un rato en busca de las grietas o ranueras que le permitan filtrarse. El deseo asociado a un objeto de deseo nos condena a él".






A TI


Título: La historia del amor

Autor: Nicole Krauss

Editorial: Salamandra, 2006


El motivo: Porque a ti siempre te regalaré mis libros preferidos.


"Al final, lo único que queda de ti son tus cosas. Quizá por eso nunca he podido tirar nada. Quizá por eso he acumulado tantas cosas: por la ilusión de que, a mi muerte, la suma de mis pertenencias sugiera una vida más grande que la vivida por mí".





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