Una temporada para silbar
"La vieja casa está vacía pero nada se ha ido. Si algo he aprendido de una vida como superintendente escolar, es que la infancia perdura hasta siempre en el alma. Igual que la brújula busca el norte, esa historia me arrastra hoy hasta estos cuartos poblados de recuerdos, como si la respuesta que debo encontrar para el final del día estuviera escrita en el polvo que las cubre" .
Ivan Doig, "Una temporada para silbar"
Alles, Asturias. Septiembre, 1998
Que no se me olvide:
-No tener miedo. Hoy llueve y la niebla cubre el pueblo.
-Buscar un lugar para pasar la noche.
-Encontrar una casa para pasar el año.
-Localizar la escuela. La llave.
-Preguntar cómo llegó esta iglesia a la montaña.
-Silbar.
Alles, Asturias. Enero, 2016
C. vino a vivir conmigo y se convirtió en el mejor año de nuestras vidas. El año que nos enamoramos de la montaña, de Picos de Europa, e incluso fantaseamos con quedarnos a vivir. El año que dormimos en un refugio, que vivimos en el suelo porque la casa tenía un sofá imposible, que nos alimentamos de queso y bebimos orujo.
El año que decidimos que tendríamos muchos hijos. Que la primera sería una niña que llamaríamos Deva, como el río que corría cerca.
Ese mismo año inauguraron la biblioteca del pueblo. Era un espacio alto, abuhardillado y de madera que olía de maravilla. Los libros eran nuevos. El primero que leí allí fue "De parte de la princesa muerta" de Kenizé Mourad. Anduve conmocionada durante meses recordándolo. No podía quitármelo de la cabeza. Leí compulsivamente durante ese año.
Ese año me estrellé con el coche. Aprendí a medir coche y carretera.
Tenía 24 años y aprendí lo mejor de todo, que la escuela rural era imprescindible. Entendí toda su importancia y me hice defensora de la máxima "un pueblo-una escuela".
A la escuela de Alles venían niños de todas las edades. Me hice una experta en enseñar a leer con la mano derecha y con la izquierda resolver ecuaciones. Para la música nos poníamos todos de acuerdo. No entiende de edades.
Era agradable recibir niños que se levantaban a las 8,30 para estar a las 9,00 en la escuela. Relajados, somnolientos y con una sonrisa.
Me gustaba mucho que el perro de P. le acompañara siempre y deambulara durante toda la mañana cerca, ansioso por volver a verle. Reconozco que algún día de nieve entró en la escuela y esperó junto a la estufa. Esto ha prescrito.
La escuela rural es una microcomunidad necesaria para que los pueblos sigan presentes y no se caigan. Si hay niños, se sujetan. Los pueblos tienen derecho a sus niños.
Finalmente nos venció la vida urbanita y el sueño de quedarnos se difuminó. Hemos vuelto muchas veces a Alles. Como ahora, mientras escribo.
Echando un ojo al catálogo de Libros del Asteroide me cegué con esta portada: unos niños camino de la escuela en un medio rural.
“No cocina, pero tampoco muerde”. Así comienza el anuncio en el que Rose Llewellyn, una viuda de “buenas costumbres y disposición excepcional”, se ofrece en el otoño de 1909 como ama de llaves; la frase capta de inmediato la atención de Oliver Milliron, un viudo con tres hijos y poca maña en las tareas domésticas, que la contrata para poner un poco de orden en su casa de Marias Coulee, Montana. Y así comienza también la inolvidable temporada que Rose y su hermano Morris, un dandi sabelotodo, pasarán en este pueblo de granjeros. Cuando la maestra local se escapa con un predicador, Morris se verá obligado a aceptar su puesto; sus particulares métodos de enseñanza marcarán para siempre a los jóvenes alumnos de la escuela rural. Ni ellos ni la familia Milliron ni el pueblo de Marias Coulee volverán a ser los mismos tras la llegada de Rose y Morris (Libros del Asteroide).
Ivan Doig cuenta deliciosamente la vida de uno de los niños de la familia, que llegará a tener gran responsabilidad en el Departamento de Educación de Montana y se verá obligado a tomar una decisión sobre las escuelas unitarias que tanto le ayudaron a él de niño. Un libro sobre la importancia de la escuela en el medio rural, sobre los lazos familiares y la supervivencia.
Alguien tomó una decisión sobre la escuela de Alles. Está ya cerrada.
